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El Concurso de Acreedores es un procedimiento judicial, al alcance de todas las empresas, cuyo objeto es tratar de ofrecer una salida en una situación económica difícil o de insolvencia.
La finalidad del procedimiento concursal es alcanzar un acuerdo o convenio con los acreedores para lo que se puede pactar una quita y un aplazamiento de la deuda. En caso de que no se pueda alcanzar un convenio, la Ley prevé un procedimiento para la liquidación ordenada del activo de la sociedad y el posterior reparto del resultado entre los diversos acreedores.
El concurso de acreedores ofrece distintas ventajas para asegurar la continuidad de la empresa:
Por otro lado, también hay que destacar que la Ley Concursal prevé un sistema alternativo al propio procedimiento concursal que es el denominado “Acuerdo de refinanciación”, con el que se permite ampliar el crédito disponible de la empresa y la modificación en el vencimiento de sus obligaciones exigibles. Con ello, se pretende evitar que empresas viables puedan mantenerse sin necesidad de acudir al concurso.
Es un concurso de acreedores que se declara y concluye en el mismo acto, sin necesidad de tener que designar un Administrador Concursal, ni pasar por todas las fases de un procedimiento concursal. Esto supone que la empresa se verá beneficiada de los efectos del concurso de acreedores y se extinguirá de manera inmediata.
Todas aquellas empresas que estando en situación de insolvencia carezcan de patrimonio, o de tenerlo sea residual a efectos de liquidación.
La buena fe del empresario es imprescindible para poder optar al concurso exprés. En este sentido, la Ley Concursal establece que del análisis que hace el Juez de la información suministrada por la empresa insolvente, no pueden detectarse irregularidades que deriven en una acción de reintegración, de impugnación de sus créditos, o una acción de responsabilidad por parte de terceros. Así mismo, es importante acreditar que el administrador de la compañía ha sido diligente y que la situación de insolvencia se ha generado por una causa objetiva ajena a su gestión.
Las principales ventajas de este tipo de procedimiento concursal exprés es que evita incurrir en responsabilidad por el estado de insolvencia y facilita el reciclaje de empresarios, no estigmatizándoles para el futuro.
Esta opción evita responsabilidades y acorta plazos de forma considerable, pero la solicitud debe estar muy bien planteada y documentada con el fin de que el Juez pueda dar paso a la conclusión directa.
✓ Asesoramiento sobre la conveniencia de solicitar un concurso de acreedores.
✓ Negociación con los acreedores para reestructurar la deuda ya sea a través de un convenio o de un acuerdo de refinanciación.
✓ Presentación de solicitud de concurso de acreedores cuidando el planteamiento y la documentación.
✓ Asistencia durante todo el proceso hasta su conclusión.
✓ Defensa jurídica en la fase de calificación a fin de evitar responsabilidades patrimoniales de los administradores.
